Desde hace más de un siglo la familia Bragagnolo se dedica a producir pasta, partiendo desde un pequeño taller que luego se convirtió en una empresa cada vez más grande y madurando así una experiencia única que se transmite de generación en generación. En estos años, la producción de Pasta ZARA ha mantenido inalterados sus principios básicos: una cuidadosa selección de la mejor sémola de trigo duro y las tecnologías más modernas para la producción de la pasta. Una trayectoria que ha encontrado la correcta síntesis entre tradición e innovación y que marca la filosofía de esta gran cadena.

Para elaborar la pasta, se lleva a cabo un proceso muy cuidadoso en el que el primer paso es amasar la sémola con agua y después llevar a cabo la extrusión de la masa, donde el objetivo es dar a la pasta la forma deseada. Tras estos dos pasos, la pasta se introduce en secaderos que eliminan la humedad en exceso y, por último, se enfría y empaqueta.

De esta forma, la calidad de los productos está garantizada y se caracteriza por la mejor selección de trigo, capaz de satisfacer todas las exigencias de formatos, calidad y cocción. Además, a través de certificaciones, se ha reconocido el esfuerzo que Pasta ZARA lleva a cabo en la realización de sus productos, selección y control constante de los ingredientes con el fin de garantizar la ausencia de Ogm y prevenir la contaminación de sus productos con sustancias alergénicas. Un hecho que constata la seguridad de sistema y de producto, ya que la compañía efectúa procedimientos que avalan el total control y la correcta gestión operativa.